LA BOFETADA
Tres amigos y yo
en la hora del recreo
jugábamos al dominó.
Una voz se oyó:
"Alguien
le está pegando
a tu hermanito".
Al instante
sobre la mesa
dejé las siete fichas
que tenía en la mano
izquierda.
Corriendo llegué
a la escena.
Eché el brazo hacia atrás
y, con la derecha,
derribé al otro en tierra.
El maestrodedisciplina
que rondaba a la deriva
con la mano me hizo señas.
Me arrodilló
y exhortó:
"en este
colegio
todos somos
hermanos".
Y con las dos manos
cobardemente me abofeteó.
El dolor de la carne
pasa,
pero el del espíritu, no.
En lucha están siempre
el instinto y la razón.