AUTORRETRATO
A mitad del camino
y haciendo un breve recuento
de mi medio siglo vivido
en una encrucijada me encuentro.
Quisiera poder decirme
soy esto y soy aquello,
pero las dudas me asaltan
en el espejo del tiempo.
Fui estudioso y obediente,
tranquilo y cuerdo.
Soy del horóscopo pisces
y, por lo tanto, bueno.
Confieso que no siempre
he sido fiel a mí mismo
ni a mis seres queridos,
pero, como hombre, me arrepiento.
Me gustan Beethoven
la salsa y la cumbia,
Granados y Albéniz
y también la rumba.
Quisiera de la pintura
ser gran aficionado,
pero buen consuelo tengo
con la ficción y el piano.
En medio de las tribulaciones
gozo de los dones de la vida,
del amor generoso,
del vino y de la comida.
Me encantan los niños
por su inocencia no perdida.
Disfruto de mi hijo
y de la que no fue y es mi hija.
Me fascina la mujer
dulce y comprensiva.
Es el solaz apoyo
de mi ya larga vida.
En medio de los placeres
de las injusticias me duelo.
Y, a pesar de ser tranquilo,
peleo con gran denuedo.
A mitad del camino
el Más Allá me preocupa.
Como la Sinfonía de Schubert,
la vida, me digo, es inconclusa.