P R E Á M B U L O
Esta es la primera obrita poética de nuestro autor, Justo
S. Alarcón. Con anterioridad lo conocíamos por sus
escritos narrativos y por su labor crítica. Ahora ensaya
una nueva vena: la poética.
Gustosos hemos consentido en hacer una breve presentación
a este su primer librito que, apropiadamente, lleva por título
"Poemas en mi menor". Ello nos sugiere tres cosas:
que, por una parte, los poemas, en cuanto a la forma, se destacan
por un breve ritmo musical y una rima suave, abandonada y suelta.
Por otra parte, y en cuanto al contenido, se observa, en general,
un tono "menor", es decir, un ambiente tristón,
desconforme e incluso de desilusión ante la vida, aunque
de vez en cuando nos llega de soslayo una que otra nota alegre,
en tono "mayor", pero velada siempre por la tonalidad
menor. En tercer lugar, creemos que esa nota "mi"
se refiere a que los poemas son vivencias propias, si no
enteramente íntimas por lo menos, sí, personales.
Estructuran a este pequeño libro cuatro partes bien delimitadas:
temas sobre la niñez, aspectos del proceso de madurez,
asuntos de protesta social y, finalmente, unos cuantos poemas
"gráficos", en los que predomina una cerrazón,
una plasticidad y un ensimismamiento bastante notables.
En cuanto al primer grupo los poemas dedicados al recuerdo
de la niñez observamos sensaciones un tanto agridulces.
Es el momento en que el lector se siente más cercano a
la voz poética. Los versos aquí son sencillos, claros
y sin pretensiones de alta literatura. En fin, se nos ofrecen
como rebanadas de la vida diaria de su niñez, de un niño
anónimo o, si se quiere, de El Niño.
Pero esta niñez no es una cualquiera: es una niñez
sentida y vista por un adulto que rememora a distancia los años
que pudieron haber sido felices, pero que en realidad, viéndolos
desde su momento presente, no lo fueron.
El segundo grupo los poemas dedicados a la adolescencia
es una continuación y variación del primero: sigue
el tono "menor" y prosigue la búsqueda. Una búsqueda
por aquello que pudo haber sido, pero que no fue, a saber, el
anhelo por conseguir una realidad intangible e inalcanzable: el
amor ideal o idealizado, el amor onírico e imposible.
Componen el tercer grupo unos cuantos poemas de franco contenido
social. Aún más, se les podía caracterizar
de poemas de protesta. Aquí la cuerda "menor",
la de la angustia, vibra a causa de la injusticia social, perpetrada
tanto al nivel del individuo como de la colectividad.
Por fin, el cuarto grupo, el más breve de todos, está
compuesto por unos cuantos poemas "gráficos",
que son precisamente esto: abundancia de plasticidad. La emoción
casi desaparece bajo y detrás de una armazón cerrada,
que nos impide la penetración al sentimiento que se halla
enjaulado y protegido por una coraza.
Como observación final quisiéramos decir que, aunque
la división en grupos es evidente, no dejan por eso de
engarzarse y entrecruzarse todos los poemas en cuanto a la temática,
como también en lo que se refiere a esa tonalidad "menor"
que se filtra, se cuela y se desliza por todas partes. También
queremos anotar que, en lo tocante al lenguaje, a las imágenes
y al léxico, se observa una gran variedad de niveles, lo
cual nos puede confundir o engañar con facilidad. Existe
una gama de léxico que va de lo popular hasta lo detenidamente
estudiado. Parece que, frente a una posible elección, el
poeta se decidió, generalmente, por la imagen sencilla
y asequible. Esto no quiere decir que todo el librito sea fácil.
Basta con leer algunos de los poemas como "Las máscaras"
o "Divagación III" para comprobar lo dicho.
Por último, queremos decirle al lector que en este pequeño
libro encontrará gran variedad de posturas. Creemos que
ésta ha sido la intención del poeta: ofrecernos
una gama variada de formas y de contenidos.
Lupe Cárdenas
Arizona State University West
Verano de 1991