TERCERA PARTE
Capítulo I
He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer
al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar
en la carne del hombre.
Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se
llaman Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer,
de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar,
y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que
aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra."
Así dijeron.
Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en
la noche; luego buscaron y discutieron, y aquí reflexionaron
y pensaron. De esta manera salieron a luz claramente sus decisiones
y encontraron y descubrieron lo que debía entrar en la
carne del hombre.
Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran
sobre los Creadores y Formadores.
De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las
mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.
Estos son los nombres de los animales que trajeron la comida:
Yac [el gato de monte], Utiú [el coyote], Quel [una cotorra
vulgarmente llamada chocoyo] y Hoh [el cuervo]. Estos cuatro animales
les dieron la noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas
blancas, les dijeron que fueran a Paxil y les enseñaron
el camino de Paxil.
Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró
en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta
fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre. Así
entró el maíz [en la formación del hombre]
por obra de los Progenitores.
Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían
descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en
mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante también
en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes,
nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había
en aquel pueblo llamado de Paxil y Cayalá.
Había alimentos de todas clases, alimentos pequeños
y grandes, plantas pequeñas y plantas grandes. Los animales
enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas
y las mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas, y
de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con él
crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron
los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, así llamados.
A continuación entraron en pláticas acerca de la
creación y la formación de nuestra primera madre
y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo
su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las
piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró
en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron
creados.