Rubens: La historia de Aquiles10 diciembre 2003
- 29 febrero 2004 (Exposición Museo del Prado)
La muerte de Héctor
Modelo.
Pedro Pablo Rubens y taller
Existen numerosas diferencias entre el boceto, menos
elaborado que otros de la serie de Aquiles, y el modelo. En el primer
plano se han añadido dos gallos peleando y dos cornucopias
repletas de hojas de palmera y de laurel, símbolos de la
fama y la victoria respectivamente. La diminuta figura del dios
fluvial, que en el boceto aparece junto a las piernas de Aquiles,
ha sido sustituida en el modelo por el río Escamandro.
Las figuras principales parecen haber sido ejecutadas
por Rubens, pero gran parte del fondo, el marco arquitectónico,
y detalles como las plumas del casco de Héctor, son obra
del taller.Pau, Musée des Beaux-Arts.
El Museo del Prado presenta la exposición Rubens:
La historia de Aquiles realizada en colaboración con el Museo
Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, donde recientemente tuvo lugar
la misma muestra. A través de ocho bocetos, seis modelos
y un tapiz, la exposición muestra la forma en que Rubens
creó esta importante serie de tapices dedicada a la vida
del héroe griego.
Madrid, 9 de diciembre de 2003. Rubens (1577 - 1640) no sólo
fue pintor, sino que también diseñó tapices,
objetos de lujo, en muchos casos mejor valorados que los cuadros,
y por ello accesibles únicamente por la realeza o la aristocracia.
A lo largo de su carrera, Rubens diseñó cuatro series
de tapices. La última de ellas es la dedicada a la vida de
Aquiles, que se realizó en fecha incierta (se han fechado
desde 1620 hasta la década de 1630) bajo su dirección
y según sus diseños; sobre ella trata esta exposición.
Conjuntamente organizada con el Museo Boijmans Van Beuningen de
Rótterdam, la exposición estudia el proceso de creación
seguido por Rubens desde sus bocetos iniciales hasta la realización
de los tapices.
Primero bosquejó los diferentes episodios de la vida de
Aquiles en ocho bellísimos bocetos pintados al óleo
sobre tabla, todos ellos presentes en la muestra. Especialmente
interesante es la traslación de los diseños que aparecen
en estos bocetos a los modelli o modelos, tablas de tamaño
algo mayor, en las que interviene tanto el propio Rubens como miembros
de su taller, y en los que se presentaba la idea final para cada
una de las ocho escenas. En la siguiente fase, estos modelos pasaban
a los grandes cartones realizados enteramente por el taller (y perdidos
desde el siglo XVII), que eran los que los tapiceros utilizaban
para tejer los tapices. El tapiz resultante era una copia invertida
del modelo, lo que el diseñador debía de tener en
cuenta desde el principio. En los bocetos y modelos de Rubens las
figuras siempre son zurdas, para aparecer como diestras en el tapiz
final.
Se desconoce quien encargó la serie de Aquiles, pero los
documentos demuestran que tuvo un enorme éxito, y que, tras
la serie original, se encargaron numerosas series posteriores. La
muestra incluye un tapiz perteneciente a una de estas series, tejido
entre 1653 y 1668.
Además de permitirnos estudiar el proceso creativo seguido
por Rubens en uno de sus proyectos, la muestra Rubens. La historia
de Aquiles permite conocer una de las facetas más características
e importantes del pintor de Amberes: su papel como interprete de
los mitos y las historias de la Antigüedad. Para realizar la
serie de Aquiles, el maestro utilizó como fuente no sólo
la Iliada, el poema épico griego sobre la guerra de Troya,
sino también otras fuentes antiguas como la Aquileiada de
Estacio, el Ars amatoria del poeta romano Ovidio, o recopilaciones
de textos clásicos que se publicaron durante el Renacimiento
y con las que Rubens estaba muy familiarizado.
En resumen, Rubens. La historia de Aquiles representa para el público
una oportunidad excepcional para descubrir el proceso creativo y
la erudición clásica de Rubens, además de su
faceta como diseñador de tapices. Y, es además, para
el Museo una ocasión para seguir profundizando en el conocimiento
de su colección del pintor flamenco -la mayor del mundo-
ya que tres de los cuadros presentes en la exposición pertenecen
al propio Prado: "La Educación de Aquiles", "Aquiles
descubierto entre las hijas de Licomedes" y "La devolución
de Briseida". La dirección del proyecto es conjunta
entre Friso Lammertse, conservador del Museo Boijmans Van Beuningen,
y Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca
y Escuelas del Norte del Museo del Prado. El catálogo, que
se edita en español, inglés y holandés, lleva,
además de las fichas individuales, ensayos que estudian tanto
el contenido de la serie como la técnica de los cuadros y
tapices.
La historia de Aquiles En el siglo XVII los tapices podían
ser más costosos que las pinturas, y sólo estaban
al alcance de la realza, la aristocracia y las clases más
adineradas. A lo largo de su carrera Rubens (1577-1640) diseñó
cuatro series de tapices. La última de ellas, que trata sobre
la vida del héroe griego Aquiles, se estudia en esta exposición.
Rubens comenzó a trabajar en este proyecto en torno a 1630-1635.
Primero bosquejó las diferentes episodios de la vida de Aquiles
en ocho pequeños bocetos al óleo, todos ellos presentes
en esta sala. Posteriormente, estos bocetos fueron trasladados por
los ayudantes del maestro, con su supervisión y su participación
puntual, a unas tablas de mayor tamaño conocidas como modelos.
Seis de estos modelos se incluyen en esta exposición. El
siguiente paso en el diseño de los tapices era copiar estos
modelos en grandes papeles de más de cuatro metros de largo
encolados entre sí, y conocidos como cartones. Estos cartones,
que generalmente realizaban enteramente miembros del taller, eran
el modelo a tamaño real usado por los tejedores. Los cartones
para la serie Aquiles se han perdido. Para transferir estos diseños
a un tapiz, los tejedores de Bruselas cortaban los cartones en tiras
de aproximadamente 50 a 80 cm de ancho, de modo que pudieran ser
usados horizontalmente en los telares de bajo lizo. La superficie
sobre la que trabajaba el tejedor y en la que anudaba los hilos
acaba convirtiéndose en el revés del tapiz, mientras
que la contraria, sin nudos, pasaba a ser el anverso. El tapiz resultante
era una copia invertida del modelo, lo que el diseñador debía
de tener en cuenta desde el principio. En los bocetos y modelos
de Rubens las figuras siempre son zurdas, para aparecer como diestras
en el tapiz final. Aunque no sabemos quien encargó la serie
de Aquiles, los documentos demuestran que tuvo un enorme éxito,
y que, tras la serie original, se encargaron numerosas series posteriores.
Un tapiz perteneciente a una de estas series, tejido entre 1653
y 1668, se presenta en esta exposición.