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Genitriz y dulce indolencia,
nido y reposo.
Sueños y sombras ?globos de ilusiones coloridas?
vuelan en el aire de mi alma, muy despacito,
desnudos y callados.
En tu regazo, los amargos dolores
estallan, y no hieren,
y se deshacen en el suelo, calcinados,
sin hacer daño a nadie, desmenuzados,
en una lejana y adormecida serenidad.
Si aparecen penas volanderas,
con tus manos transparentes y alargadas,
las desgranas en brumas y en ensueños
y su temible aguijón ya no se clava
en mi paz fluctuante e inconsútil.
Envuelto en esas nieblas azuladas,
genitriz indolencia, adoro tu amor,
tu suave reposo,
tu mansa inmovilidad, infinitamente.
Yo no quiero vivir,
ni hacer nada.
Ni por mí, ni por Dios,
ni por los otros,
mientras desfleco los días vagorosos,
con globos coloridos y fantasmas,
en las sombras amigas de tus brazos.
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