Nº 2. Abril 2004/Revista Electrónica Cuatrimestral. Los cuadros secretos del Prado
	La maja desnuda, por Francisco de Goya, Madrid, Museo del Prado.

Leyenda y realidad de las Majas de Goya

     Que el desnudo ha sido un material siempre propicio para tejer en tomo suyo leyendas y anécdotas lo prueba no sólo la historia que se ha estado contando en estas páginas, sino también las interpretaciones que han recibido dos de los cuadros más conocidos de la Historia de la pintura española. La personalidad fuerte y arrebatadora de Goya y la franqueza inusual con que están representadas las Majas se han unido para otorgar una personalidad concreta a la supuesta modelo.

     La duquesa de Alba unida a la memoria del pintor y de Godoy ha sido la candidata preferida, aunque no faltan quienes prefieren sugerir nombres como Josefa Candado (ama de llaves del pintor), Pepita Tudó (amante de Godoy), o la joven querida de un fraile llamado el Agonizante Sin embargo, cada ver está más claro que el marco en el que hay que encuadrar el origen de estas obras no es el de la leyenda sentimental, sino el de las tradiciones seculares del coleccionismo español en relación con el desnudo. la única aplicación plausible a que en torno a 1800 un pintor español realizara un desnudo de tamaño natural en el que ha desaparecido cualquier excusa narrativa y cuyo único terna es el desnudamiento de una mujer es que lo pintara expresamente y por encargo para un gabinete reservado.

La maja vestida, por Francisco de Goya, Madrid, Museo del Prado.

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