Nº 2. Abril 2004/Revista
Electrónica Cuatrimestral.
Mariana Pineda. 1925
Romance popular en tres estampas
I-II
Escena II
Entran dando carcajadas las hijas del Oidor de la Chancillería.
Visten enormes faldas de volantes y vienen con mantillas peinadas
a la moda de la época, y un clavel en cada sien. Lucía es rubia
tostada, y Amparo, morenísima, de ojos profundos y movimientos rápidos.
Angustias: (Dirigiéndose a besarlas, con los brazos abiertos.)
¡Las dos bellas del Campillo
por esta casa!
Amparo: (Besa a doña Angustias y dice a Clavela.)
¡Clavela!
¿Qué tal tu esposo el clavel?
Clavela: (Marchándose, disgustada, como temiendo más bromas.)
¡Marchito!
Lucia: (Llamando al orden.)
¡Amparo!
(Besa a Angustias.)
Amparo: (Riéndose.)
¡Paciencia!
¡Pero clavel que no huele,
se corta de la maceta!
Lucia:
Doña Angustias ¿qué os parece?
Angustias: (Sonriendo.)
¡Siempre tan graciosa!
Amparo:
Mientras
que mi hermana lee y relee
novelas y más novelas,
o borda en el cañamazo
rosas, pájaros y letras,
yo canto y bailo el jaleo
de jerez, con castañuelas;
el vito, el ole, el sorongo,
y ojalá siempre tuviera
ganas de cantar, señora.
Angustias: (Riendo.)
¡Qué chiquilla!
(Amparo coge un membrillo y lo muerde.)
Lucia: (Enfadada.)
¡Estáte quieta!
Amparo: (Habla con lo agrio de la fruta entre los dientes.)
¡Buen membrillo!
(Le da un calofrío por lo fuerte del ácido, y guiña.)
Angustias: (Con las manos en la cara.)
¡Yo no puedo
mirar!
Lucia: (Un poco sofocada.)
¿No te da vergüenza?
Amparo:
Pero ¿no sale Mariana?
Voy a llamar en su puerta.
(Va corriendo y llama.)
¡Mariana, sal pronto, hijita!
Lucia:
¡Perdonad, señora!
Angustias: (Suave.)
¡Déjala!
Para cualquier comentario, consulta o sugerencia, pueden dirigirse
a la Redacción de la revista enviando un e-mail a nuestra
dirección electrónica:
Revista
literaria Katharsis.com
|