Nº 2. Abril 2004/Revista
Electrónica Cuatrimestral.
Mariana Pineda. 1925
Romance popular en tres estampas
I-I
Estampa Primera
Casa de Mariana. Paredes blancas. Al fondo, balconcillos pintados
de oscuro. Sobre una mesa, un frutero de cristal lleno de membrillos.
Todo el techo estará lleno de la misma fruta, colgada. Encima de
la cómoda, grandes ramos de rosas de seda. Tarde de otoño. Al levantarse
el telón, aparece doña Angustias, madre adoptiva de Mariana, sentada,
leyendo. Viste de oscuro. Tiene un aire frío, pero es maternal al
mismo tiempo. Isabel la Clavela viste de maja. Tiene treinta y siete
años.
Escena Primera
Clavela: (Entrando.)
¿Y la niña?
Angustias: (Dejando la lectura.)
Borda y borda lentamente.
Yo la he visto por el ojo de la llave.
Parecía el hilo rojo, entre sus dedos,
una herida de cuchillo sobre el aire.
Clavela:
¡Tengo un miedo!
Angustias:
¡No me digas!
Clavela: (Intrigada.)
¿Se sabrá?
Angustias:
Desde luego, por Granada no se sabe.
Clavela:
¿Por qué borda esa bandera?
Angustias:
Ella me dice
que la obligan sus amigos liberales.
(Con intención)
Don Pedro, sobre todos; y por ellos
se expone...
(con gesto doloroso)
a lo que no quiero acordarme.
Clavela:
Si pensara como antigua, le diría...
embrujada.
Angustias: (Rápida.)
Enamorada.
Clavela: (Rápida.)
¿Sí?
Angustias: (Vaga)
¡Quién sabe!
(Lírica)
Se le ha puesto la sonrisa casi blanca,
como vieja flor abierta en un encaje.
Ella debe dejar esas intrigas.
¿Qué le importan las cosas de la calle?
Y si borda, que borde unos vestidos
para su niña, cuando sea grande.
Que si el Rey no es buen Rey, que no lo sea;
las mujeres no deben preocuparse.
Clavela:
Esta noche pasada no durmió.
Angustias:
¡Si no vive! ¿Recuerdas?... Ayer tarde...
(Suena una campanilla alegremente)
Son las hijas del Oidor. Guarda silencio.
(Sale Clavela, rápida. Angustias se dirige a puerta de la derecha
y llama.)
Marianita, sal que vienen a buscarte.
Para cualquier comentario, consulta o sugerencia, pueden dirigirse
a la Redacción de la revista enviando un e-mail a nuestra
dirección electrónica:
Revista
literaria Katharsis.com
|