Nº 2. Abril 2004/Revista Electrónica Cuatrimestral.

GARCÍA LORCA Y LA CASA DE BERNARDA ALBA

ESPECIAL GARCÍA LORCA. SUS OBRAS:
SIGNIFICACIÓN Y ALCANCE DEL TEATRO LORQUIANO

	Hemos ido viendo la variedad y la unidad profunda de la obra dramática de Lorca, sus experiencias hasta hallar un camino decisivo. Subrayemos cómo, paulatinamente, los conflictos y los ambientes van apareciendo más enraizados en la realidad española andaluza, lo que —ejemplarmente— se conjuga con su dimensión universal.
	Hemos visto también cómo, tras algún fracaso y la no representación de algunas obras, conoció el éxito. Tras su muerte y la guerra, Lorca es admirado, leído representado en todo el mundo; en España, en cambio no accede a los escenarios durante muchos años, tanto por razones de censura como por no autorizarlo su familia. La casa de Bernarda Alba, por ejemplo, que había sido estrenada en Buenos Aires en 1945, no se presentó entre nosotros hasta veintiún años después.
	Pero, al fin, el lugar de Lorca es ya el de un clásico, una de las cumbres más altas de nuestro teatro. Y las abundantes representaciones realizadas con ocasión cincuentenario de su muerte, en 1986. han mostrado persistente vigencia.

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