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POESÍA:

POEMAS EN MI MENOR.


por Justo S. Alarcón


DIVAGACION IV

Dicen
que la gente
tiene sueños.

Si es cierto
no lo creo.

Y
si sueño
no me acuerdo.

Ayer
fue una excepción
yo pienso.

Me vi en un bosque frondoso.

Árboles clavados en la tierra
parecían
estar cubiertos de enredaderas.

Se retorcían
queriendo buscar
la luz del día
en su oscuridad espesa.

Yo
como un insecto
entre la maraña
me abría paso
forcejeando
en el enredado
de la oscura telaraña.

Me creí
una abeja
laboriosa
buscando el néctar
en la flor
de un gigante girasol
que de pronto se convertía
en un panal de colmena.

El panal
era dulce
como la miel
trigueña
y espesa.

Después de caminar
e indagar
por entre la maraña
me topé
con un lago
en forma de alberca.

Rodeado de árboles
y madreselvas
que encaracoladas
subían
como enredaderas
decidí
lanzarme
de cabeza.
Nadé
de pecho
de espalda
de mariposa
y de braceada.
El agua
estaba templada.

Me salí
y me tumbé
de espalda.
Cerré los ojos

y otros sueños
se sumaron
a los primeros.

Como una mariposa
de múltiples colores
que ligera aletea
por una tibia atmósfera
de aires pálidos
y de sonoros verdores.
subía yo y bajaba
como las alas
de un alma
extasiada.

La mariposa
reencarnada
se transformó
en una robusta
y delicada
paloma
que en su nido
acurrucada
soñaba
y esperaba
a que su palomo
llegara
de tierras
lejanas.
Le traía
en el pico
el olivo de paz
y con él
reforzaron
su frágil nido.
En el aire
de la paloma
el pico
imploraba
tranquilo
que el palomo
el maná
le depositara.

Abrí los ojos
despertando
del primer sueño
y de súbito
me encontré
ante las puertas
abiertas
de una barroca catedral.
De rodillas me puse
e imploré
que se me diera
permiso
para poder rezar.
Caía la lluvia
en el bosque tropical.
Entré
y como en una estupenda
y exótica visión
ante mi ojo avizor
aparecieron
una tras otra
las volutas
las columnas
los torneados arcos
y la cóncava
nave
cuyos nervios góticos
se dirigían todos
hacia la bóveda central.

Mi ojo avizor
se quedó clavado
en la multicolora vidriera
del altar mayor
de la involuta catedral.

Después
de una breve
e intensa oración
salí
y cerré la puerta
jurando volver

para la siguiente ocasión.

Desperté.

Yo
si sueño
no siempre me acuerdo.

Tal vez
y si acaso
alguna vez.

 

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Utilidades [?]
    
Portada de la novela Crisol de Justo S. Alarcon
 
 Los Siete hijos de la Llorona, 1986, novela de Justo S. Alarcon
 Chulifeas Fronteras, cuentos de Justo S. Alarcon
Utilidades [?]
    
Los dos compadres: Cuentos breves del barrio, 1993, de Justo S. Alarcon
 
 Poemas en Mí menor, de Justo S. Alarcon
 La teoría de la dialéctica de la diferencia en la novela chicana de Ramón Saldívar, de Justo S. Alarcon

 

 Copyright ©2003 Justo S. Alarcón