Nº 1. Diciembre 2003/Revista Electrónica Cuatrimestral.

Raymond Briceño

SOL CALIENTE.

Por: Raymond Briceño

Lentamente
como el sol sale por el oriente,
se tornará el día resplandeciente
y tu puerta se empieza a abrir.

Lentamente
se va calentando el ambiente,
va el termómetro en forma ascendente
y así logro entrar en tí

Lentamente,
muy despacio pero dulcemente
me hago propietario de tu vientre
basta que el placer te hace gemir.

Sol caliente,
contigo el amor es diferente,
tu fuego me quema persistente,
descontrolas todo en mi.

Sol caliente,
tu me quemas con tu piel ardiente,
siento yo mi sangre efervecente
cuando hacemos el amor asi.

Sol caliente,
cuando te acaricio insistente
tu instinto animal es transparente,
consigo todo de ti.

De repente
la fiera que habita en nuestras mentes
nos rasguña y nos clava los dientes
y nuestra pasión se oye crugir.

Sol caliente,
tu deseo es como el sol ardiente,
el lecho se torna incandescente
y nuestro sudor empieza a hervir.