EMILIO GARCÍA GÓMEZ [*]
DE LA JARCHA A LA MOAXAJA
La moaxaja está fundamentalmente
hecha para encuadrar en árabe una jarcha romance. Todo en
ella mira hacia su fin: hacia la jarcha romance. La estructura que
precede (de origen árabe o ibérico: esto ha vuelto
a ser problema y ahora no podemos entrar en ello) viene obligada
por la jarcha. Por consiguiente, el inventor de la moaxaja era una
especie de folklorista avant la lettre, un árabe que
se enamoró de la cancioncilla romance -simple, fresca, espontánea,
generalmente puesta en labios de una mujer (una cancioncilla como
tantas otras que él oyó de su madre española
o de su mujer española)- y que la engastó como un
rubí en una especie de sortija árabe, de modo parecido
a como los compositores de canciones andalucistas actuales halagan
el gusto del público, adoptando para estribillo de sus tonadas
coplas populares que explican y enmarcan. Lo que dice el único
preceptista de la moaxaja, Ibn Sana' al-Mulk, un egipcio del siglo
XIII que nunca estuvo en España, no invalida, sino que refuerza,
nuestras suposiciones.
Veámoslo con un ejemplo. No
podrá ser antiguo, porque de la primera época no tenemos
moaxajas. Voy a elegir una del siglo XII, compuesta por el Ciego
de Tudela ( 126). Pero podemos muy bien suponer que el mecanismo
fue siempre análogo. Transportémonos con la imaginación
dos siglos atrás, [a la época de la invención
de la moaxaja por un poeta natural de la ciudad de Cabra].
Al poeta le ha gustado una coplilla
romance en la que una coqueta doncellica mozárabe da celos
a su amigo o habib y desea hacer sobre ella su moaxaja. La
copla dice así:
MEW L-HABYB ENFERMO DE MEW 'AMAR.
¿KÉ NO A D'ESTAR?
¿NON FES A MIBE KE S'A DE NO LEGAR? [1]
El poeta empieza por componer un
calco árabe de la copla, que se adapta más o menos
al metro sari, si es que no la obligó con algunos
retoques a esta adaptación. El calco árabe de la copla
sirve de preludio:
Dam'un safuhun wa-dulu'un hirar:
ma'un wa-nar,
ma ytama'a illa li-'amrin kubar,
o sea, calcado a mi vez por mí del árabe:
El alma me abrasa, mas me hace llorar.
¡Fuego, agua! Par
de cosas es este que es raro juntar.
Este alambicado concepto del fuego
y el agua, que milagrosamente se juntan en el amante en forma de
llanto y ardor, es tópico de la poesía árabe
clásica. Lo mismo ocurre en la estrofa 1.ª, y en la
2. ª, donde el poeta llega incluso a hablar de la Ka'ba. Calco
de nuevo el ritmo y las rimas agudas del árabe:
Devoto a esa Ka'ba brillante he de ir,
pues no puedo el grito de amor desoír.
Si soy un esclavo, me debo rendir.
Aquí estoy! Lo que hablen de ti no he oír.
Permite que acuda piadoso a rezar en ese altar
y como holocausto mi pecho a inmolar.
Todo es árabe. Y otro tanto
pasa en las estrofas 3.ª y 4.ª. Pero en la 5.ª viene
la transición (tambid):
Que no podré, no, de su amor prescindir,
por más que en daflarme no ceje y huir,
por más que me fuerce de pena a gemir,
y aun cuando coqueto persista en decir:
(Y aquí viene la copla origen de todo:)
MEW L-HABIB ENFERMO DE MEW 'AMAR.
¿KÉ NO A D'ESTAR?
¿NON FES A MIBE KE SA DE NO LEGAR?
La moaxaja es el más estupendo
caso de fusión de las poesías de dos pueblos diferentes
que probablemente se conoce en la historia. En ella, la lírica
de los árabes de España merece en absoluto el calificativo
de "arábigo-andaluza".
[*]. Emilio García Gómez,
Poesía arábigoandaluza. Breve síntesis histórica,
Instituto Faruk I de Estudios Islámicos, Madrid, 1952, pp.
43-49.
[1]. [Damos la moaxaja y la jarcha según
la versión más recientemente propuesta por E. García
Gómez [1965], pp. 103-107. Pero adviértase que fue
ésta la primera moaxaja árabe con jarcha romance que
llegó a publicarse y que el desciframiento y la interpretación
del texto no se han logrado de una vez ni quizá pueden darse
por definitivos. "En 1949, Stern, al dar a conocer por vez
primera esta jarcha a base de la lectura del [único manuscrito
entonces localizado], identificó: "meu-l-habib enfermo
de meu... *... d'estar *... a mib ... de meu atar". En 1952,
García Gómez, al presentar su serie árabe,
avanzó algo mas en la interpretación: "Meu l-habib
enfermo de meu amar. *¿Ké no d'estar? *¿Non
ves a mib ke s'a de no legar?", que, en castellano moderno,
daba 'Mi amigo (está) enfermo de amarme. *¿Cómo
no ha de estarlo? *¿No ves que a mí no se ha de allegar?'
En 1953, Stern proponía a su vez: " Meu 'l-habib enfermo
de meu amar *quen ad sanar *ven (o: vengas) a mib que sanad (?)
meu legar", con una versión al francés moderno:
'Mon ami est malade de mon amour! *Qui le guérira? *Viens
chez moi, car c'est l'union avec moi qui guérit!' En el mismo
año, Corominas avanzaba la siguiente interpretación
del tercer estico: "non ves a mib kesa de meu ligar?",
es decir, '¿no ves que a mí se queja de mi unión?'
('de mi unión o de mis relaciones con su rival'). En 1959,
Borello seguía esta interpretación de Corominas y
vocalizaba: "meu l-abibi enfermo de meu amar *¿que no
d'estar? *¿Non ves a mib quexase de meu ligar?" Finalmente,
en 1965, García Gómez, a partir de un texto "mw
l-h.abib 'nfrm dy mw 'm'r *k n dst'r *nn fys 'myb k s' d nw lg'r",
vocalizaba integralmente [la jarcha en la forma que hemos reproducido
y ofrecía la siguiente] versión al castellano moderno:
'Mi amigo (está) enfermo de mi amor. *¿Cómo
no ha de estar(lo)? *¿NO ves que a mi no se ha de acercar?'"
Tras resumir así las diversas opiniones de los estudiosos,
J. M. Sola-Solé [1973], pp. 163-164, presenta a su vez una
lectura de la jarcha que, vocalizada, dice: "mio al-habil enfermo
de mio amar *ke no ad sanar benge-se a mibi ke sanad mio legar";
y en castellano moderno: 'Mi amigo (está) enfermo de amarme.
*¿No sanará? *Que se venga a mí que cura mi
acercamiento (es decir: el acercarse o juntarse a mí)'.]
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