Escarbar la historia desde una cárcel
es sumergirse en un baúl de recuerdos inexorable, en donde
no hay más que llagas que no cicatrizan. Hoy en día
la tierra clama a gritos ayuda, se debilita con el pasar de un tiempo
que también es cruel. Se apaga; no es a causa de cansancio...
son los golpes.
Cuando se ingresa a las rejas del
olvido, es difícil mantener la paz, una palabra que pareciera
tan simple; compuesta únicamente por tres letras que conforman
el alfabeto y que juntas crean un sonido que escuchamos comúnmente
en el hablar cotidiano. Pero adentro, en los márgenes del
infierno es aún más compleja de lo que podríamos
imaginar.
La paz es el sosiego, es la principal
puerta hacia una libertad plena al gozo eterno. Sin embargo alcanzarla
es un reto duro y tenaz que muy pocas personas se imponen, ya que
hay de los que no tienen el valor para afrontar los compromisos
que trae consigo su significado.
Aliarse con la paz no es intentar
cambiar el mundo instantáneamente, pues muchos se verían
abatidos en el intento. Es por esta razón que surgen gritos
de desesperación y vehemencia en las prisiones del mundo.
Gritos, que en muchos casos se consuelan únicamente en la
poesía, la música, el arte en general y la buena voluntad
de algunas personas que aún creen en la reforma de un individuo.
Ahí dentro, en ese mundo
subyacente, no valen las ideologías, la religión,
la educación, ni la clase social. Cada una de las personas
que se encuentra en la cárcel debe subsistir por si misma.
Intentar darle un giro a la vida,
no vale, cuando la fila es extensa para poder comerse una taza de
arroz; cuando el abrazo se convierte en estacazos y los crímenes
aumentan en exceso. Así es que el único alivio son
las palabras que se imprimen en los muros, con piedra, graffiti
y sangre.
El arte es imposible encasillarlo
en un término específico, lo único que se ha
logrado concluir es que es un acto comunicativo muy extenso, que
eleva el espíritu humano, pues es producto de emociones,
deseos y pasiones conglomeradas en las cápsulas mentales
que sólo el artista puede percibir.
Siendo esta una de las expresiones
más grandes del ser humano, podemos hallar en otras culturas
restos arqueológicos que vienen, en muchos casos, a ser testigos
de otras épocas y otras culturas. Si revisamos el tiempo
y ahondamos la Grecia antigua, podemos ligar el carácter
y el papel del arte, junto con el origen, y la identidad, en síntesis
del "ser", que diera inicio a la promulgación de
la filosofía. Y en conjunto a ella, el surgimiento de una
disciplina estética, que trata desde entonces delimitar las
categorías y las formas de ser de la actividad artística.
Es por tal razón que el ser
humano ha tratado arduamente de crear y brindar espacios para la
producción artística, y que a partir de todas las
necesidades e intereses generales, es que por poner un ejemplo,
en Costa Rica se fundó un Ministerio de Cultura, Juventud
y Deportes, encargado de velar, entre otras cosas, por el estímulo
y preservación de las manifestaciones culturales.
Así mismo es que en las universidades
de todo el mundo podemos encontrar escuelas específicas que
imparten carreras como Danza, Teatro, Música, Bellas Artes
y Artes Plásticas, entre otras, con el propósito de
impulsar, apoyar y fortalecer este tipo de actividades. Además
existen varios entes especializados que imparten talleres en dichas
disciplinas, ya sea con financiamiento gubernamental o privado.
El buscar generar canales de comunicación
por medio de diversas formas culturales en un penal, sería
de suma importancia para que cada quien obtenga un uso del tiempo
apropiado, productivo y que a la vez la sociedad logre un beneficio
de los aportes y críticas de la visión de este grupo
social.
La intención del arte y la
cultura en las prisiones sería contribuir en el mejoramiento
de la calidad de la educación y por medio de esto mejorar
también la calidad de vida de las comunidades carcelarias.
Sobre todo procurar el bienestar, brindándole las mismas
oportunidades a todos los educandos.
La educación mediante el
arte, es el canal que pretende lograr que los privados de libertad
involucrados en el proceso, logren la construcción de su
conocimiento, y este conocimiento en la cimentación de su
propia identidad. Solo un individuo seguro, confiado en sí
mismo y en sus posibilidades, puede lograr la interacción
con los demás, en un plano horizontal, propio de una sociedad
solidaria.
Tratar de justificar la importancia
de los talleres artísticos y su aporte a los privados de
libertad, puede dar pie al futuro establecimiento de talleres educativos
desmitificando el aprendizaje del arte como una actividad elitista
y accesible solo a ciertos estratos intelectuales.
Un taller de educación artística
en cualquier campo crea un ambiente formativo en el que cada participante
aprende de otros mediante la exposición, la charla, el diálogo,
el compartir experiencias y exteriorizar sentimientos. Además
estimula en los participantes el desarrollo de la autocrítica,
la autodisciplina, la libertad responsable y otros valores necesarios
tanto para una actividad artística como para dar dirección
adecuada a la vida.
El arte es un reducto que acoge
la sensibilidad, interpreta y expone los anhelos y preocupaciones
del ser humano, pero a la vez ayuda a enfocar las actitudes positivas
y los esfuerzos solidarios. La búsqueda de la belleza se
puede comparar en muchas formas con la búsqueda de la verdad,
algunos filósofos han equiparado lo bello con lo cierto,
algunos con lo bueno y otros con lo absoluto.
Un enfoque más dinámico
es necesario en la cárcel, debe insertarse en un nuevo modelo
de sociedad y responder a las necesidades y expectativas de los
estudiantes, y más importante que todo lo anterior, debe
contribuir a una formación integral. No se puede ver la educación
artística de una forma aislada, es parte del proceso formativo,
y es una parte muy importante puesto que su énfasis está
centrado en la parte más valiosa del individuo humano, su
parte afectiva, su conciencia y su aparato perceptivo; partes significativas
de todo el proceso de aprendizaje.
Así lograremos un ambiente
más positivo para toda la sociedad. Y me despido con una
frase de Maslow que dice, "La educación artística
creativa, o mejor dicho, la educación a través del
arte, puede ser especialmente importante no tanto para producir
artistas u objetos de arte, sino más bien para obtener personas
mejores."
Paola
Valverde Alier.
Costa Rica (Centro América)
Copyright ©2003 Paola Valverde Alier.
|