ARTÍCULO DE OPINIÓN: "TODOS LOS MUERTOS"
JOSEP ESTEVE RICO SOGORB
"TODOS LOS MUERTOS"
Se acerca el día de Todos los Santos. Una fecha para los recuerdos. Recuerdos de personas que nos dejaron y que los vivos honramos visitando cementerios. Es una celebración que, a unos les parecerá triste pero como una obligación familiar, la llevan a cabo depositando flores, tocando y besando fotos de los difuntos y llorándoles. A otros, tal vez los menos, este día 1 de noviembre, como cada año, les resulta tan doloroso que prefieren no ir al camposanto y recuerdan en su memoria a sus seres queridos en casa. Hay quien considera que muchos de los vivos visitantes frivolizan con hipocresía ante lápidas, tumbas, panteones y nichos pésames y besos por doquier, con algunas lágrimas de cocodrilo y frases típicas del estilo: '¡qué lástima, tan jóven y mira...!' , '¡pero que hijo de p...ahí está y sonriendo, el muy canalla, hay que ver el por c...que dió hasta que se murió...!' Imaginénse un cementerio masificado de gente y la mayoría tras sus quehaceres obligados -adecentar lápidas y poner flores - cotilleando y frivolizando en vez de dedicarse a la introspección respetuosa con sus difuntos. Patético.
También hay casos que nos tocan los c...como cuando las personas 'cotillas' y curiosonas tras cumplir con sus difuntos se pasean por el cementerio recorriéndolo entero -a modo de divertimento para matar el aburrimiento, como si no tuvieran nada más importante que hacer- entreteniéndose en descubrir a conocidos: '¡anda, pero si es fulanito, mira que no invitarme al entierro..!'. Estas mismas personas 'criticonas, curiosonas y cotillas' a veces, muestran su humanidad mediante compasión, pena, lástima y tristeza hasta llorando de verdad cuando oteando lápidas y nichos descubren la foto de un bebé o de un niño pequeño fallecido presentado como un querubín. Y es que en tales casos cualquiera se conmueve.
En todos los cementerios se registran miles de visitas, no sólo de los residentes en la ciudad sino de aquellos ausentes que viven fuera de ella y que en ciertas ocasiones al año acuden para visitar a sus familiares y amigos. Todos los Santos es una de ellas junto a Navidad, Semana Santa y Fiestas Locales. En los camposantos españoles hay enterrados y reposando sus restos, muchas personas propias del lugar, de nacimiento o de adopción y algunos personajes ilustres de todas las tendencias, costumbres, carácteres, ideas e ideologías. No son pocos los cementerios que poseen algún mausoleo y/o alguna inscripción en honor al bando de los vencedores de la guerra civil. Y otros, aún tienen alguna fosa común donde están enterrados los represaliados, los vencidos, sin sus nombres; lo que supone agravio histórico y un injusto olvido a este bando que también se merece un monumento que le recuerde debidamente. Monumento que además, cierre heridas reconociendo a ambas partes y reconciliándolas fraternalmente para la eternidad. Porque la contienda civil fue una guerra entre hermanos que jamás deberá repetirse. Los luchadores de ambos bandos, los soldados muertos de las dos partes, los civiles de unos y otros; todos ellos se merecen nuestro reconocimiento y homenaje cada 1 de noviembre cuando visitamos los cementerios por Todos los Santos. Con católicas oraciones o con flores bien rojas -rosas y claveles-, que elija cada cual, pero seriamente y sin frivolidad. Honremos a todos nuestros muertos.
Josep Esteve Rico Sogorb (Elche, Comdad Valenciana, España)
escritor y periodista ex redactor de los diarios Area-Campo de Gibraltar, El Periódico y El Faro de Ceuta
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