Nº 6, Marzo 2008, Literatura Barroca
Tirso de Molina (1579-1648)
(seudónimo de
fray Gabriel Téllez)
Tirso de Molina (seudónimo de
fray Gabriel Téllez) nacido en Madrid, el 24 de
marzo de 1583 y fallecido en Almazán (Soria)
el 12 de marzo de 1648. Fue un dramaturgo, poeta y
narrador español del Barroco.
De entre su actividad literaria, destaca sobre todo como autor teatral. Su
dramaturgia abarca todos los géneros, desde el drama filosófico y teológico de El condenado por desconfiado, hasta la comedia de
enredo, como Don
Gil de las calzas verdes. Destaca de entre su producción la creación del
mito de don Juan en El
burlador de Sevilla, en la que un noble sevillano altera el orden social
deshonrando a cuantas mujeres se le ofrecen. Finalmente es castigado por la
estatua funeraria de una de sus víctimas, el padre de una de las damas burladas,
arrastrándole a los infiernos sin que don Juan se arrepienta.
Tabla de contenidos
Biografía
Sus padres eran humildes sirvientes del Conde de Molina de Herrera. Blanca
de los Ríos sostuvo que Gabriel fue hijo natural del Duque de Osuna, pero
esa tesis carece de fundamento y hoy está completamente desacreditada, ya que de
ser cierta Tirso hubiera necesitado dispensa
papal para entrar en la Orden de
la Merced. Además el Duque de Osuna era entonces muy viejo y se encontraba
acreditado en Nápoles. Por
otra parte, la partida de nacimiento que alega doña Blanca es prácticamente
ilegible y hace nacer a Tirso en 1584. Luis
Vázquez, en su "Gabriel Téllez nació en 1579. Nuevos hallazgos
documentales", en Homenaje a Tirso, L. Vázquez, ed., Madrid: Revista
Estudios, 1981, pp. 19-36, documenta que nació en 1579. Ninguno de sus enemigos
contemporáneos, por otra parte, le achacó ese origen.
Fue discípulo de Lope de
Vega, a quien conoció como estudiante en Alcalá
de Henares. El 4 de
noviembre de 1600 ingresa en la Orden de la Merced, tomando los hábitos el 21 de enero de 1601 en el monasterio de San Antolín de Guadalajara.
Se ordenó sacerdote en 1606 en Toledo: allí
estudió Artes y Teología y empezó a escribir; ésta fue la ciudad donde vivió más
tiempo, y desde ella hizo viajes a Galicia (en 1610
ó 1611), a Salamanca en
1619 o a Lisboa.
En 1612 vendió un lote de tres comedias, y se
cree que ya había escrito antes una primera versión de El vergonzoso en
Palacio; de 1611 es La villana de La Sagra, de hacia 1613 El
castigo del penseque y la trilogía de La santa Juana, y de 1615 Don Gil de las calzas verdes; todavía este año estrenó en el Corpus toledano el
auto Los hermanos parecidos. Ya por entonces, si bien cultivó también
temas religiosos, sus sátiras y comedias le
habían granjeado problemas con las autoridades religiosas, lo que lo llevó a
retirarse entre 1614 y 1615 al monasterio
de Estercuel, en Aragón.
Acaso es por ello que apenas figura en el Viaje del
Parnaso de Cervantes.
Entre 1616 y 1618 estuvo en Santo
Domingo, donde fue profesor de teología durante tres años en su universidad e intervino en asuntos de su Orden. Esto le
permitirá conocer numerosas historias de la Conquista que usará más tarde en sus
obras. De vuelta ya en 1618, se instala en Madrid, donde entre 1624 y 1633
aparecen las cinco Partes de sus comedias; estas "profanas comedias" le
costaron un gran escándalo y el destierro a Sevilla; en 1622
participa en el certamen poético con motivo de la canonización de San
Isidro; en 1625 la Junta de
Reformación creada a instancias del Conde-Duque
de Olivares le castiga con reclusión en el monasterio de Cuenca por escribir
comedias profanas "y de malos incentivos y ejemplos", y pide su destierro y
excomunión mayor si reincide.
Pero Tirso de Molina siguió escribiendo y no se tomaron medidas mayores
contra él al desinflarse las medidas moralizadoras del Conde-Duque; es más, en
1626 pasa a residir en Madrid y es nombrado comendador de Trujillo, por lo cual
vive en la ciudad extremeña hasta 1629, en que vuelve a Toledo y posiblemente a
Madrid.
Entre 1632 y 1639 estuvo en Cataluña, donde
fue nombrado definidor general y cronista de su Orden; en este último cargo
compone la Historia general de la Orden de la Merced, que empieza en 1632
y termina en 1639. En este último año el pontífice Urbano VIII le concedió el grado de maestro. Pero los enfrentamientos con miembros de su
propia Orden le llevan al destierro en Cuenca en 1640. Sus últimos años los pasa en Soria en el Convento
de Nuestra Señora de la Merced, en el que fue nombrado comendador en 1645.
Murió en Almazán en 1648.
Aunque una de las obras que se le atribuyen ha tenido una enorme influencia
en la cultura mundial como origen del mito de Don Juan, El
burlador de Sevilla y convidado de piedra, en su tiempo la versión más
conocida de la obra fue una refundición, Tan largo me lo fiais, realizada
por el dramaturgo y actor Andrés
de Claramonte, también autor de La estrella de Sevilla.
Obra
Tirso de Molina
Por más que sólo hayan llegado a la posteridad, unas sesenta piezas
dramáticas suyas, fue uno de los dramaturgos más prolíficos del Siglo de
Oro.
Según su propio testimonio en el prólogo a la Tercera Parte, sin duda alguna algo exagerado, habría escrito en 1634
unas trescientas o cuatrocientas. La atribución de algunas presenta, sin
embargo, todos los ingredientes del más intrincado de los rompecabezas
bibliográficos. La obra dramática de Tirso de Molina se caracteriza por la
enorme complicación de sus argumentos, que
a veces se hacen harto difíciles de seguir, como en el caso de Don Gil de las
calzas verdes; posee, sin embargo, el secreto de la intriga y sabe cómo interesar al espectador. Sus personajes poseen una profundidad psicológica mayor que en otros dramaturgos de la época y sus caracteres femeninos destacan a
menudo en sus obras, como por ejemplo la reina María de
Molina en La prudencia en la mujer. Otras veces suelen ser
increíblemente enredadores e intrigantes (el prototipo de éstos sería, por
ejemplo, la Marta de Marta la piadosa), de manera que siempre saben
salirse con la suya y tienen salidas para las situaciones más apuradas, lo que
atestigua el ingenio del fraile mercedario.
Destacó sobre todo en la comedia: Marta la Piadosa, Por el sótano y
el torno, Don Gil de las calzas verdes, La villana de
Vallecas, y en la comedia
palatina: El castigo del penseque, El amor médico y sobre todo El vergonzoso en Palacio. Cultivó también las obras religiosas, tanto autos
sacramentales (El colmenero divino, Los hermanos parecidos, No le arriendo la ganancia) como los dramas hagiográficos (Santo y sastre, la trilogía La santa Juana); bíblicos (La
mejor espigadora, sobre la historia de Ruth, La vida y muerte de
Herodes o La venganza de Tamar) y teológicos (El condenado por
desconfiado); también hay incursiones teológicas en dramas morales como su
obra maestra El burlador de Sevilla y convidado de piedra, sobre el mito de Don Juan.
Escribió además dos misceláneas, Los cigarrales de Toledo (1621) y Deleitar aprovechando (1635), donde tienen cabida la novela
cortesana, las piezas dramáticas y los poemas de distinta temática.
El estilo de sus obras es abiertamente conceptista,
muy jugador del vocablo, y en sus últimas obras algo culterano,
pero siempre sobre fondo conceptista.
Dramática
Monumento a Tirso de Molina en Madrid (R.
Vela, 1943).
- El
burlador de Sevilla y convidado de piedra
- El
condenado por desconfiado
- Santa
Juana
- No
le arriendo la ganancia
- La
mujer que manda en casa
- La
mejor espigadora
- La vida y muerte de Herodes
- La venganza de Tamar
- La ninfa del cielo
- La dama del Olivar
- Todo es dar en una cosa
- Amazonas en las Indias
- La lealtad contra la envidia
- El cobarde más valiente
- La prudencia en la mujer
- El colmenero divino
- El laberinto de Creta
- El
vergonzoso en palacio
- Marta
la piadosa
- Don
Gil de las calzas verdes
- La gallega Mari-Hernández
- La villana de Vallecas
- Desde Toledo a Madrid
- Por
el sótano y el torno
- El amor medico
- El castigo del penseque
- Los
Amantes de Teruel
- Próspera Fortuna de don Álvaro de Luna y adversa de Ruy López
Dávalos
- Adversa fortuna de don Álvaro de Luna
Prosa
- Los cigarrales* de
Toledo (1621)
- Historia de la Orden de la Merced
- Deleitar aprovechando (1635)
NOTAS
Cigarral*
Se llaman cigarrales a las fincas señoriales de recreo situadas en la
orilla sur del río Tajo a su paso por
la ciudad de Toledo, España, con una
construcción principal destinada a vivenda de recreo, un edificio secundario
para los guardeses (cigarraleros) que cuidan de la casa al ser segunda
residencia y, lo más importante y característico, su amplio terreno de campo,
que está limitado a un mínimo de 7.000 m2, siendo lo común hasta mitad del siglo
XX superficies en torno a los 20.000 m2.
El origen de la palabra cigarral es incierto. La versión más frecuente es la
habitual presencia de cigarras en los
meses de verano, que eran los de pricipal uso de estas residencias. Existen
otras versiones que relacionan el origen de la palabra a la conjunción de dos
palabras árabes que se refieren a casa de recreo.
Historia
Se da como momento cierto de origen a mediados del siglo XV. Una
vez apaciguados los enfrentamientos entre los reinos árabes y cristianos,
algunos importantes miembros de la cúpula eclesial comienzan a comprar terrenos
al otro lado del río, en su orilla sur, y pasan las temporadas del estilo
veraniego en dichas fincas.
A mitad del siglo XVII se
destinan los terrenos de los cigarrales a plantación de frutales, siendo este
uso secundario el que permitiría un mantenimiento de las fincas.
El uso de segunda residencia para la burguesía toledana permaneció hasta mitad del siglo XX en que al no ser rentables las
grandes superficies y altísimo el costo de mantenimiento de estas fincas, se
comienzan a subdividir en parcelas de menor tamaño.
En 1994 entra en vigor
el PECHT,
Plan Especial del Casco Histórico, normativa urbanística del Centro de Toledo y
el entorno del Tajo, que incluye el área de los cigarrales. A partir de esa
fecha, con una más difícil parcelación de los grandes cigarrales, comienza un
paulatino cambio de uso de la zona, perdiendo su cualidad de zona residencial, y
toman el relevo hoteles y
restaurantes que le confieren un caracter de zona terciaria destinada a alojar
servicios de restauración.
En el año 2006, ante el gran deterioro que está sufiendo la zona de los
cigarrales, con la transformación de usos, se presenta el primer avance del Plan
Especial de Cigarrales, documento que proponía el PECHT para organizar
urbanísticamente el entorno de los cigarrales.
Vecinos ilustres de los cigarrales
- Miguel
de Cervantes sitúa en los Cigarrales a El quijote en
uno de los capítulos a su paso por Toledo
- Tirso de
Molina escribe en 1621 su obra Los Cigarrales de Toledo.
- Galdós gran
amante de Toledo y los cigarrales fue el que descubrió éstos a su amigo Gregorio
Marañón.
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