LA PINTURA HOLANDESA

LA PINTURA HOLANDESA.

La época más importante de la pintura holandesa, vinculada a la realidad más concreta y a la belleza de los objetos comunes, es la correspondiente al siglo XVII, con centros culturales como La Haya, Delft, Haarlem y Utrecht. La influencia italiana (la de Caravaggio principalmente) tiene gran alcance y llega hasta el propio Rembrandt (1606-1669), una de las grandes figuras de la pintura universal. De su producción, orientada hacia una representación cada vez más interiorizada de la realidad y alejada de las corrientes dominantes en los Países Bajos, cabe citar La lección de anatomía del doctor Tulp, El hombre del yelmo de oro y La negación de san Pedro, así como la titulada Ronda de noche.

Exponentes destacados de esta pintura holandesa son también Frans Hals (c. 1580-1666) –revalorizado en el siglo XIX en relación con los pintores Courbet y Manet-, Jan Vermeer (1632-1675), de refinadísima técnica y de visión "intelectualizada" de la realidad (La carta de amor, El taller), Pieter de Hooch (entre 1629 y 1684), Pieter Saenredam (1597-1667) y Jacob van Ruysdael (c. 1628-1682), que con cuadros como El molino de Wijk dejo una evidente impronta en los paisajistas románticos.

Los pintores son conocidos por sus obras costumbristas, que narran escenas cotidianas y algunos destacan por sus figuras enormes y dinámicas.

Cuadros de Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669):

[Pulsar sobre la imagen para ver los cuadros en grande]

Ronda de noche	Ronda de noche (Detalle)
Ronda de noche (Detalle)	La negación de san Pedro
La lección de anatomía del doctor Tulp	La lección de anatomía del doctor Tulp (Detalle)
El hombre del yelmo de oro	Autorretrato
La negación de san Pedro	Aristóteles delante del busto de Homero.

Cuadros de Pieter de Hooch (1629- c.1683):

Selección a cargo de:

Rose Ramos F.