Norbert-Bertrand Barbe
III - PROSAS PROFANAS : LA ALEGORIA DE LA POESIA Y LA IDENTIDAD CULTURAL EN DARIO
En su Introducción al estudio de Azul… (1988), Coloma González nos dice que " Ayuda a comprender mejor las obras darianas, estudiar como están organizadas, es decir, ver como están dispuestas las composiciones que las integran, que orden siguen " 1.
Atendiendo a esto vemos que Prosas Profanas tiene una organización clara. La versión de 1897 esta dividida en seis secciones, más unas " Palabras liminares ".
La primera comprende dieciocho poemas:
El primero se pregunta donde encontrar a la musa que ríe. El segundo la busca en las cuatro partes del mundo.
" Sonatina " cuenta la historia de una blanca princesa triste, la musa, triste porque ignora las maravillas del sur.
" Blasón " ubica la poesía y el arte en general bajo la forma del " cisne de nieve " en Europa. Mientras " Del Campo " evoca los viajes de Darío, al tiempo que el poeta a la manera de Bécquer afirma:`" Yo soy la poesía.../ Yo soy el postrer gaucho 2 que parte para siempre,/ de nuestra vieja patria llevando el corazón ".
En " Alaba los ojos negros de Julia ", como en los poemas siguientes, se opone entonces el mundo blanco del norte a la " luz meridional ", negra, autóctona, fuente de inspiración del poeta.
En " Bouquet " 3 y " El Faisán " (significativamente " escrito en París " según Darío, es decir entre junio y julio de 1893, aún que publicado sólo en 1895), Rubén explica como él logró la musa blanca haciéndola suya espiritual y físicamente.
De aquí que " Garçonnière " muestra como el poeta se convirtió en el centro de atención de Europa, especialmente de los círculos de artistas y poetas por él mismo superados.
Cerrando el ciclo " Ite, Missa Est " sugiere desde el título esta superación plena del blanco por el negro, del norte por el sur, de la musa por el poeta, de Europa por América.
Con la segunda sección, " El Coloquio de los Centauros ", se remata la progresión a contrapelo de los poemas de la primera parte. A nivel estructural y funcional, cada poema a partir de " Para una cubana " va haciendo referencia al que le precede como si se tratara de su continuación en vez de abordar un tema nuevo. De esta manera queda en evidencia el retorno a lo original y lo indígena.
La secuencia progresiva de la primera parte, epónima del poemario, se nos revela como la matriz de las demás partes que integran la obra.
En la tercera sección titulada " Varia " encontramos en el primer poema: " El poeta pregunta por Stella " la afirmación de la superioridad de la musa del poeta sobre la musa blanca, musa del poeta por quien pregunta, al igual que en los primeros poemas de Prosas Profanas trata de ubicar el país de los cisnes.
" La Página Blanca " y " Año Nuevo " revelan el advenimiento del poeta identificado con un rey mago y con Cristo 4.
" Epitalamio Bárbaro " que concluye " Varia " es una ubicación de la verdadera poesía, en el tiempo y en el espacio, del mítico país de los centauros, es decir de la edad de oro.
La cuarta sección; " Verlaine ”, además de ser un homenaje a la muerte del poeta francés conlleva la afirmación del mismo proceso de superación. La desaparición de Verlaine se trueca en símbolo de la muerte del arte de la vieja Europa y del advenimiento consecutivo de Darío como poeta de América.
La quinta sección; " Recreaciones arqueológicas " es la ubicación del mundo poético en el país de los centauros donde Quirón, personaje principal del " Coloquio ", y según la mitología educador de Asclepios y compañero de Jasón en la búsqueda del vellocino de oro, se convierte en " Palimpsesto " en " raptor de Europa " en lugar del toro Zeus de la leyenda clásica. Es decir que Darío, cuyo símbolo es Quirón, aventajó a Europa en su arte, como lo ha dado a entender en " Garçonnière " y lo afirmará en el " Prefacio " de Cantos de vida y esperanza y otros poemas .
Las secciones adjuntadas en la edición de 1901 retoman las mismas dialéctica y progresión que las procedentes partes 5.
En " Dezires, Layes y Canciones " se identifica, como en Azul... , el amor con el arte y trata nuevamente de la superación tanto espiritual como física, de la musa blanca, personificada en una gata, por el poeta negro, o sea el poeta de América.
La última sección: " Las ánforas de Epicuro " es una serie de himnos de Darío a sí mismo, primero al poeta, después a su musa (poemas del 2 al 5) y finalmente a sus viajes que le permitieron encontrar a la musa autóctona.
Así el poeta se reconoce en el Jasón de " La hoja de oro " y en el Ulises de " Marina ".
Como pudimos apreciar, uno de los motivos más destacados en donde se expresa esta superación de lo ajeno por lo propio es la oposición entre el blanco y el negro o rojo.
Según el principio de inversión típico del arte del siglo XIX, el color negro hace referencia al hemisferio sur, el de la " luz negra " y " meridional ", como lo llama Darío en " Alaba los ojos negros de Julia ", mientras el rojo alude al color de piel tradicionalmente atribuido a los pueblos indígenas de América, a " las rojas plumas " del " indio plumaje " como lo poetizó Martí 6.
Otro motivo importante, que se anuncia desde el primer poema, es el del país incógnito, así definido en Prosas Profanas y caracterizado como un país ignorado y lejano; un país que por estar alejado, es a menudo considerado isla: " isla de oro " o " isla de la vida " en " Marina "; un país de mar evidentemente; pero también un país de sol, más exactamente de alba, auroral; un país de exquisitas riquezas; un país de ensueños y " halagüeño ": " país Fantasía " y de los cisnes; país que finalmente aparece como el de los centauros, como la Colquida de Jasón o la patria perdida de Ulises.
Con todos estos elementos que definen el país en cuestión el poeta compone una alegoria de la mítica América, paraíso terrenal, utopía e isla de Esperanza 7.
Esta noción de Esperanza asociada al país incógnito es recurrente en Prosas Profanas , como la referencia a Salomón o al rey de Oriente, evocadora de la concepción tradicional de América como isla salomónica 8.
Tanto la definición del país incógnito como su asociación al Oriente cabe plenamente en lo que Roig llama " el discurso civilizatorio " a propósito de la literatura argentina del siglo XIX 9.
Evidentemente influenciado por la corriente orientalista que enfrenta a Europa con el Oriente primitivo y salvaje, cuna de la humanidad y de los más antiguos mitos, en " Los Cisnes " Darío escribe: " La América Española como la España entera / fija está en el Oriente de su fatal destino ".
La contraposición permanente en Prosas Profanas entre la reina de Saba y el rey Salomón manifiesta la dicotomía civilización-barbarie.
Sin embargo, el hecho de identificar América con el Oriente, además de la referencia implícita al mito de Quetzalcóatl, se explica, por un lado, por el juego de inversión, como dijimos, típico del siglo XIX y por otro lado por la antítesis entre América, futuro y alba de la humanidad, y la vieja Europa que ya llegó a su poniente. Así en " Salutación del optimista " Darío habla de " la espléndida luz que vendrá del Oriente,/Oriente Augusto en donde todo lo cambia y renueva/ la eternidad de Dios, la actividad infinita ".
El contraste entre el modelo europeo y América es revelador del discurso civilizatorio en la medida que supone en Prosas Profanas la síntesis de Darío como sátiro (dios original del bosque) 10 y la musa blanca de Apolo, es decir entre " carne y alma ", " numen barbaro " y " resplandor latino ", como dice Darío en " Palabras de la satiresa " y " A los poetas risueños ".
La constatación de lo expuesto nos coloca ante una reflexión más importante para la comprensión de Prosas Profanas .
En Prosas Profanas como antes lo hizo en Azul... , Darío maneja permanentemente el sincretismo entre las artes, universo artístico superado por él mismo con particular énfasis a la identificación entre los órganos de la voz y los instrumentos de música, poniendo en evidencia, especialmente en la primera parte, la evolución que va de la risa y del grito hasta el lenguaje, que adquiere mayor expresión en el diálogo de tipo platónico y hermético del " Coloquio ".
En otras palabras, en Prosas Profanas nos aparece muy claramente la división agustiniana entre " armonía ", encarnada por la voz humana, " orgánica " por los instrumentos de viento, y " rítmica " por los instrumentos de cuerda y de percusión 11.
Esta división es clásica de las alegorías de la Poesía , cuya más famosas son: El concierto campestre de Giorgione, los Tarocchi de Mantegna, y el fresco del muro de la entrada de la biblioteca de Pico de la Mirandola 12.
Entonces, la utilización también frecuente en Prosas Profanas del símbolo de la fuente, que en el poema epónimo de la última parte se identifica explícitamente a Dario como inspiración y modelo para los jóvenes poetas, termina de confirmarnos que la obra se debe entender como una alegoría de la poesía, en cuanto a que la fuente de la inspiración está justamente con los instrumentos de música y el canto el otro elemento clásico de las alegorías de la Poesía ya citadas 13.
Nunca es más claro en Darío que en " Triste, muy tristemente... "
Esta fuente que para Darío resulta ser Verlaine en " Responso " (" el chorro de agua de Verlaine " como dice en el " Soneto autumnal " de Cantos de vida y esperanza y otros poemas ) 14, para sus discípulos es el mismo en " La Fuente ". Triunfante sobre sus modelos Darío afirma en las " Palabras liminares " de Prosas Profanas : " mi literatura es mía en mí ".
Tal afirmación de un ser propio se refiere directamente a la de Martí, cuando el escribe que la poesía existe " en sí " 15, es decir en él mismo, o sea en su sangre como lo aclara en " Mis versos ", introducción a Versos libres 16 (¿1882?).
De hecho la sangre es uno de los motivos más destacados de la poesía modernista para simbolizar al sentido trágico y prometeico de América Latina.
Igualmente al decir " Hombre soy ", Darío se inspira también del discurso continental de Martí 17.
Cuando Martí escribe que la poesía existe " en sí " es la afirmación impersonal y por consecuencia colectiva de un valor universal, que efectivamente hace eco a la preocupación de Darío al criticar en el " Prefacio " de Cantos de vida y esperanza y otros poemas las normas poéticas impuestas desde Europa, como a su pensamiento de las "Palabras Liminares" de Prosas Profanas y de " La Fuente ", donde el artista como ente individual y maestro alecciona a sus discípulos.
De ahí entendemos como - lo que confirma de nuevo el " mi poesía es mía en mi " martiniano del " Prólogo " - el símbolo de la fuente en el poema correspondiente expresa una problemática latinoamericanista en cuanto se desprende histórica, filológica e ideológicamente de la teoría del venezolano Andrés Bello acerca del Modo de estudiar la historia (1848):
" ¿Hemos de ir a buscar nuestra historia en Froissart, o en Comines, o en Mizeray, o en Sismondi? El verdadero movimiento retrógrdo consistiría en principiar por donde los europeos han acabado (...) Es preciso además no dar demasiado valor a nomenclaturas filosóficas; generalizaciones que dicen poco o nada por sí mismas al que no ha contemplado la naturaleza viviente en las pinturas de la historia (...) ¡Jóvenes chilenos! aprended a juzgar por vosotros mismos; aspirad a la independencia del pensamiento. Bebed en las fuentes. " 18
Entonces, el " bebed en las fuentes " de Darío se revela en Prosas Profanas por una parte mediante la figura paterna literaria central de Verlaine como maestro en línea directa, y por otra parte mediante la afirmación reiterada de la necesidad de ser original, o sea, en la valorización del doble proceso de re-conocimiento de la herencia, y de búsqueda propia de apropiación y superación de lo ya hecho.
Así, si consideramos una vez más la secuencia y la temática de Prosas Profanas , es evidente que el poemario es una alegoría de la Poesía , que esta búsqueda individual supone un porvenir colectivo en la medida en que Darío, una vez encontrada su musa (la " Hoja de oro " del poeta Jasón), se vuelve profeta y luz crítica en " Palabras Liminares ", " La página blanca ", " Año nuevo " y “ La Fuente ", como Verlaine lo fue para él en " Responso ".
Prosas Profanas , además de estar estructurada en una progresión de tipo cíclico que implica el retorno a las raíces indígenas, se estructura también al nivel funcional a partir del conjunto de las nociones de superación y filiación que se entremezclan y soportan mutuamente.
Si el " discurso civilizatorio " conlleva la superación del modelo europeo, lo que a su vez erige Darío como arquetipo para los jóvenes poetas, el discurso latinoamericanista que se desarrolla concurrentemente opone la superación del modelo europeo por Darío a la reutilización servil de su arte por sus discípulos, reutilización que él critica desde el " Prólogo ".
El carácter meramente mesiánico del poeta en Prosas Profanas , además de dar cuenta de una moda del siglo XIX (tema del artista-Prometeo), confirma entonces la calidad individual de la conciencia patriótica 19, cuyos ejemplos más famosos son la obra de Dostoievsky, y en Nicaragua El soldado desconocido de Salomón de la Selva.
Lo que nos lleva a detenernos más atentamente en la poesía de Darío en su globalidad. Vemos entonces que sus temas y motivos tienen una fuerte recurrencia (las cuatro partes del mundo, la princesa triste,...).
En esta perspectiva, resulta todavía más interesante analizar los poemarios (es decir dejar a parte los poemas no integrados en el conjunto).
Pues desde el primero, Epístolas y Poemas , reproducen siempre un mismo esquema en el cual la alegoría de la Poesía sustenta el discurso latinoamericanista 20, o sea que, según una posición aristotélica, el poeta-Mesías abre a su pueblo las puertas de la liberación. Es por eso que en Darío ( Epístolas y Poemas ) y en Verlaine ( Poèmes saturniens ), el vate aparece como el alter ego del sacerdote -o del mismo Dios-, y del guerrero cuyos paradigmas son para Darío Bolivar y San Martín.
Ahora bien, es cierto que el discurso latinoamericano no toma vigencia en los cuentos de Darío antes de 1892-93 21, lo que parece comprobado por los poemarios, si exceptuamos a Epístolas y Poemas . Sería entonces tentador explicar el porque la no -actualidad referente a los cambios históricos y políticos del fin del siglo pasado, tanto en Nicaragua como en América Latina 22, y podemos decir en el mundo entero 23.
Sin embargo acabamos de demostrar la existencia de una problemática realmente continental en Prosas Profanas 24.
No es necesario buscar más allá que en la edición en 5 volúmenes de las Obras completas 25, aún sabiendo que está incompleta, para constatar que los Retratos , como la Emelina (1887) y numerosos poemas de los años 1885-1890 llevan en sí, además de una temática semejante a la de trabajos más acabados (comparar por ejemplo " La copla de “Garcin” " con " El Pájaro Azul "), una fuerte orientación política liberal 26 y continental.
Así la referencia a Otelo en Rimas nos hace recordar " La cabeza del Rawí " o " Alí ". " En el Sur " confirma la posibilidad de una interpretación hispanoamericana de la oposición entre la paloma y el gavilán en " Anagké ".
Sabemos además que varios poemas de Rimas oponen la espiritualidad de América Latina al mercantilismo de los Estados Unidos (todavía estigmatizado en Emelina y en su contraparte poética contemporánea " Aviso del porvenir "), lo que permite también orientar políticamente, y a la luz del análisis que hace Coloma 27 de la situación económica de Chile de la época, la interpretación de la crítica del oro en Azul... .
Finalmente nadie puede negar al Canto épico a las Glorias de Chile (1887) su carácter evidentemente latinoamericanista (al igual que Epístolas y Poemas ).
Aún más, siendo inspirado en las obras de sus maestros (Hugo Baudelaire, Verlaine) como autodefinición de los artistas del siglo XIX modelos de la humanidad prometeica (Shelley, Balzac, Wilde, Leroux, Meyrink, Manet, Courbet - estos dos últimos en cuanto a la aparición de la alegoría del Arte en sus pinturas -, etc), la recurrencia del tema de la alegoría de la Poesía en Darío 28 tiene claramente valor en el marco del modernismo latinoamericano que, reconociendo el género trágico de su ser colectivo, lo expresa a través de la búsqueda y de la afirmación de un discurso continental endógeno.
Al igual que Martí y más generalmente los modernistas, Darío en su arte da la pauta desde una concepción que propone a Europa como modelo de civilización (Hegel, Alberdi, Sarmiento) hasta la reivindicación de lo propio (Bello, José Enrique Rodó), que a su vez va de la crítica modernista (aún todavía prehispánica) del modelo ya superado a su simple negación y rechazo a partir de la vanguardia en adelante.
De aquí que podemos sostener que Prosas Profanas es representativa de la unidad semántica de la obra de Darío, y que por consiguiente la podemos definir como Ofelia Schutte (1993) caracteriza las obras de Martí, Zea y Roig:
" ...nos parece que la idea de "nuestra América" propuesta por el poeta y revolucionario cubano José Martí es un caso ejemplar de la conciencia del tipo "para nosotros".../... Es una vuelta de la conciencia que niega aquellos valores que niegan "nuestro" valor. La separación del sujeto conciente de su medio ambiente a través de una vuelta crítica de la conciencia constituye una "doble negación" (dialéctica) mediante la cual la enajenación original puede ser superada, en un proceso siempre abierto al devenir y Roig añadirá a los ideales utópicos " 29.
1 Coloma, p.23.
2 Térmimo que Pablo Groussac utilizó en 1896 para definir el arte de Darío, cit. in ibid. , pp. 80-81.
3 " ... ejercicio sobre el blanco (dedicado y titulado " A Blanca " Gómez Palacios en su publicación original en la Revista Buenos Aires ) nacido de la simpatía evocativa de Gautier ", v. Darío-Zulueta, p. 42.
4 Según una simbología que Darío reutilizará en " Responso ", haciéndose así " eco " de la " leyenda del Verlaine católico ", ibid. , p. 38.
5 Al contrario de la opinión común y de lo que pretende Zulueta, ibid. , p.39, no hay una nueva dialéctica en las secciones de la edición de 1901.
6 Cit. in Alberto Pérez Solís, Modernismo hispanoamericano , Managua, Distribuidora Cultural, 1993, pp.51 ss.
7 Fernando Ainsa, Historia, utopía y ficción de la Ciudad de los Cesares , Madrid, Alianza, 1992, pp.82-83.
8 Ibid. , p.88.
9 Arturo Andrés Roig, Rostro y Filosofía de América Latina , Mendoza, EDIUNC, 1993, Ia parte " Entre la civilización y la barbarie ", pp. 23-91.
10 No obstante el caracter cristico de Pan, " Dios-aparecido ", luminoso y mesianico (es decir guía), en el frontiscipio del libro de Los Raros , lo que revela el " marco gnóstico de (la) doctrina poética " de Darío, v. Darío-Zulueta, op.cit., p.36 y nota 44 pp. 36-37. .
11 Robert Klein, La forme et l`intelligible , París, Gallimard, 1970, p. 198.
12 Ibid. , pp. 197 ss.
13 Ibid.
14 Darío, Poesía , p. 290.
15 Cit. in Pérez Solís, p. 40.
16 José Martí. Poesía completa , Madrid, Alianza, 1995, pp. 87-88.
17 Cit. in Pérez Solís, p. 36.
18 Citado por Beatriz González Stephan, La historiografía literaria del liberalismo hispano-americano del siglo XIX , La Habana , Casa de las Américas, 1987, p. 126.
19 V. Yuri Guirin, " Bajo el signo de la cultura ", América Latina , 1988, nº.10, pp.50-61.
20 131 V. Darío, Poesía , Antología poética , León, Hospicio San Juan de Dios, 1967, y Obras completas , Madrid, Afrodisio Acuado S.A., 1950-1953, 5t.
21 Aunque aparezca de manera esporádica desde 1889. Análisis basada en la lectura de Darío, Cuentos completos , Managua, Nueva Nicaragua, 1990.
22 V. en particular las luchas contra los Estados Unidos y la dificil aparición de un discurso nacional, Taller de Historia , Managua, UCA, julio de 1994, nº6 " Nación y Etnia: ¿Identidad natural o creación cultural? ", Ia parte "Identidad nacional", pp. 9-55.
23 V. por ej. la cuestión de la tardiva adquisición de una identidad nacional en el caso de la unidad italiana o del despacho de Ems.
24 Lo que confirman las interpretaciones de Groussac, Darío en La Nación del 27-11-96, y José Enrique Rodó (1899 - esta última reconocida desde las primeras líneas del capítulo sobre Prosas Profanas en Historia de mis libros como la más completa y valiosa que pueda existir. Si el texto de Rodó retoma la referencia a Utatlán y Palenke de las " Palabras liminares ", así que los símbolos del Arquero y de la fuente, o la oposición entre " invierno " y " juventud " -lo que comprueba, aunque indirectamente, nuestro análisis de la superación del norte por el sur-, las tres interpretaciones (de Groussac, Rodó y del mismo Darío) afirman que Prosas Profanas representa el logro de un arte americano "virgen", o sea la adquisición de un lenguaje propio. V. también Darío-Zulueta, pp. 50-52.
25 Darío, Obras completas .
26 Reconocida por el mismo Coloma González, y que viene probablemente de lo que Darío fue educado en León, ciudad liberal opuesta a Granada la conservadora, v. por ej. Humberto Belli, " Un ensayo de interpretación sobre las luchas políticas nicaragüenses ", Historia y Violencia en Nicaragua , Managua, UPOLI e UNESCO, 1997, pp. 153-175.
27 Coloma González, pp.39-52.
28 No estamos diciendo aquí que, por ser poeta, Darío habla de poesía haciendola, lo que a un cierto nivel hace cualquier autor, sino que sus libros llevan un cuestionamiento explícito sobre el estatus del arte, y más preciso, como en los otros escritores citados, sobre el estatus del arte en la sociedad. Hablo entonces aquí de la secuencia de los poemas.
29 Roig, pp. 17-18.
Norbert-Bertrand Barbe
Dr. en Literatura Comparada.
Francia.
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