PLEGARIA
Bajo tu amparo, Señor,
pongo mis hijos queridos.
Tú serás el protector
de estos ángeles dormidos
que ídolos son de mi amor.
Entrego a tu Providencia
los hijos de mis entrañas.
¡Cuídame de su existencia
Tú que me los acompañas
en su sueño de inocencia!
Y si consientes que
un día
queden sin padre y sin madre,
en tu amor mi fe confía;
¡dales por Madre a María
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