Recuerdo de tu
primera comunión
¿Cómo
podré yo pintarte
prueba tan grande de amor?
¡Cómo podré yo expresarte
la gran bondad del Señor
que ha venido a visitarte?
¿Dónde
podré yo encontrar
acentos para un cantar
de celestial armonía,
si el son de la lira mía
no puede hasta Dios llegar?
¿Cómo
he de poder cantar
lo que no sé comprender?
¿Cómo he de poder pintar
lo que me puede cegar
con la luz de su poder?
El Dios que quiso
crearte
ha querido a Él acercarte,
y quiere junto a Él tenerte,
y quiere santificarte,
y quiere hijo suyo hacerte.
¿Qué
lira puede cantar,
qué pincel puede pintar
ni qué corazón medir
la prueba de amor sin par
que acabas de recibir?
Ni la puedes comprender,
ni la puedes merecer,
mas di humillado «¡Señor!,
¡eres grande en tu poder,
pero más grande es tu amor!
No te ha bastado lavarme
de mi culpa en el Calvario,
y ahora vuelves a llamarme
desde un humilde Sagrario
sólo por santificarme.
Si causa de tu Pasión
fue mi redención primera,
sea esta santa comunión
mi segunda redención
y mi redención postrera.
¡Hazme bueno;
hazme cristiano;
no apartes de mí tu amor,
no apartes de mí tu mano,
que yo prometo, Señor,
ser buen hijo y buen hermano!»
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