Elías F. Gómez García, Poemario.

	ORACIÓN

	Oh Señor en esta asquerosa y reiterativa mañana de mayo antes de que me lances otra vez al ruido y la furia quiero agradecerte tus muchos dones aunque ya sabes que no creo en ti ni tú en mí tampoco: te doy gracias por estar vivo, más o menos, por la ampliación de la Comunidad Europea, porque Ginebra me recuerda aún, por el ladrido de los perros y la oración del muecín, por el aroma de las mujeres entre sus piernas, por las profecías de Nostradamus y la obra de Flaubert; por el queso, el jamón y el vino tinto y las pinturas de Botticelli, y porque al fin la gente se vaya enterando de qué son los EEUU, te doy gracias porque me hago mayor y dentro de no mucho me veré disculpado de respirar y esperar, gracias por mis manos con las que escribo, por mis ojos con los que veo la verdad, gracias por la verdad y las mentiras dulces, por el poco dinero que me queda y por ser el mejor aficionado excepto algunos amigos de esta página. Gracias por el tabaco y el vodka y gracias por el pan, el agua y el café y el desengaño. Gracias por Siddharta y Hemingway y Poe, gracias por Henry Miller y porque siendo tonto cada vez lo soy menos y con algo de suerte sabré antes de morir por fin para qué coño vine a este puto mundo. Gracias por nuestraliteratura, por Internet y por la Era del Lobo, gracias por el dolor que nos hace olvidar, y porque alguien me lee. Gracias, Señor, y que te vaya bien. Por cierto, si te apetece, tómate algo, que yo te lo pago. (27 de Mayo de 2004)

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