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Amanece lloviendo...
Tu cara indecisa la faz diabólica.
se circunscribe en la silueta
de un arco iris
rojovioleta.
Saturno, con los cuernos
hundidos en la matriz
de la roja noche,
asusta las faces
bajo máscaras
de damas
disfrazadas.
Sale el sol. Sun-day.
La faz amarilla dan
de medalla de oro
ciega mis ojos
de rojo
fin-de-semana.
Atardece lloviendo...
Del pincel brota
una gota.
Luna opaca y muerta busto,
contra un lienzo enlutado.
El telón se eleva
y carcajea
la desdentada
marioneta.
La brocha
traza en el lienzo
una cola
de cometa. (Medianoche).
Marte
entra en batalla.
Dibuja en la sábana
la cara ensangrentada
de su verde y fértil
amada.
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Con aletas de espuela
pinta Mercurio
la faz diabólica.
Las venas azules
de sus manos
ocultan,
de Linda,
la asustadiza cara.
Anochece lloviendo...
Un coro de vírgenes
tiembla en el proscenio.
Júpiter envuelto
en añil aureola.
Las lágrimas de Linda
dan
la espalda al viento.
De la brocha
de rojo de mi pincel
queda prendido
su velo.
Se impone
el quehacer.
Piernas, caderas,
busto, pechos.
Cara anaranjada
de enmascarada
Venus.
Fin-de-semana
de cuerpos sin cara.
Ritmos.
Movimientos.
Arco iris de melenas,
máscaras sin faz,
sembradas por el viento.
Se impone mi quehacer.
De mi pincel brotan
gotas...
Sigue lloviendo...
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